Emplee la presión que se indica en el manual del vehículo, en la placa colocada en la puerta del conductor o consulte con su proveedor.
Semanalmente controle la presión de sus neumáticos, por la mañana o cuando estén fríos.
Mantenga sus neumáticos siempre con tapas de válvula.
No instale los neumáticos en aros dañados, o que hayan sido soldados en su reparación.
No mezcle neumáticos de distintos tamaños o diseños en el mismo eje, excepto si es de repuesto.
Jamás baje la presión de aire de las llantas en el camino.
Recomendamos que haga rotar sus neumáticos cada 10,000 km. para tener un desgaste parejo.
Para evitar un desgaste irregular, corrija a tiempo los defectos mecánicos de su vehículo.
La presión de aire excesiva o reducida es peligrosa y puede provocar un accidente o dañar el neumático.
Repare sus neumáticos a tiempo, en un establecimiento que le brinde garantía, de lo contrario corre el riesgo de perder la llanta.
Jamás permita que realicen el montaje de sus neumáticos usando derivados del petróleo como lubricante.